lunes, 11 de marzo de 2013

Y usted ¿qué le pediría?

A veces, la vida presenta sorpresas de este tipo:

Llaman a la puerta; sale uno a abrir, extrañado, pues no son horas de visita y no se espera a nadie... y allí mismo, en persona, encarnada, en carne, hueso y espíritu... LA FILOSOFÍA.

Qué mejor visita para un estudioso (aunque sea obligado) de la filosofía.


Y puesto que ahí está, enfrente, dispuesta, solícita... ¿qué le pediría usted?





A un filósofo, BOECIO, parece que le ocurrió eso mismo.
Y tan inesperada visita vino a traerle consuelo.

Con lo que nos surge otra serie de peliagudas cuestiones:
¿Cómo es posible que la Filosofía aporte consuelo? ¿Qué consuelo puede dar la Filosofía?



No hay comentarios:

Publicar un comentario