miércoles, 21 de noviembre de 2012

Una monstruosa cabeza

Ya va animándose esta búsqueda de monstruos. Los náufragos, los valientes claro, parece que se han decidido.

MARÍA, de 1º de Bachillerato, manda esta imagen de uno de los mayores, y más peligrosos, monstruos de la antigüedad. Y proporciona además, la siguiente información.

Monstruo peligroso, pero de verdad... o mejor peligrosa; sí, pero mucho; tan peligrosa (porque es un monstruo femenino -¿qué pensaban ustedes, señoras, que no los había?) que bastaba dirigirle una ligera una mirada para quedar convertido, el incauto sujeto que esto hacía, en piedra.
La MEDUSA



Cierto es que tuvo un mal final, quizás el que le corresponde a bestia tan horrenda. Decapitada por PERSEO (algunos deberíamos recordarlo en un magnífico y orgulloso gesto de triunfo), quedó para siempre en el escudo de la diosa Atenea.

Y, mira por dónde, finalmente el mal parece transformarse en bien, y el peligro en protección. La cabeza de la Medusa termina por convertirse en un gorgoneion, lo que aleja y por tanto protege del mal.

Además, se nos ofrece no solo la Medusa, y no una cualquiera, sino la de un enorme, colosal pintor, CARAVAGGIO.





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