Nos habíamos encontrado con una piedra -enorme, negra-; decidimos convertirla en una de las FIGURAS de la AVENTURA que es la ÉTICA.
Hallamos su nombre y solucionamos ese sinsentido.
Y después en ella, pudimos leer esto:
Si una casa mal hecha se derrumbó e hizo morir al propietario de la casa, el arquitecto será muerto. Si una casa mal hecha causa la muerte de un hijo del dueño de la casa, la falta se paga con la muerte del hijo del arquitecto.
Como verdaderos y certeros investigadores, encontramos asimismo un nombre: LEY DEL TALIÓN.
Y ahora, aquí la tenemos.
La ley del Talión
Con esta investigación, una pregunta, cuanto menos inquietante: ¿la ley del Talión un avance, un progreso?
Y con la duda, ha aparecido LÍDICE.
Ciertamente, un capítulo especialmente dramático de la HISTORIA NATURAL DE LA DESTRUCCIÓN. Lo tendremos en FILrioSOFÍA
O como diría Austin Powers: Mojo por mojo, diente por diente.
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