Unos náufragos muy demócratas

Tan demócratas que han estado con uno de los padres de este colosal invento que se llama democracia.  Con el gran PERICLES.

Una lástima que Pericles estuviera callado, porque si hubiera podido hablar habrían comprobado lo enormemente buen orador que era.  Aunque, si queremos, no es difícil convencernos de este extremo. Su más que célebre Oración fúnebre la tenemos a nuestro alcance y, en ella, se puede apreciar perfectamente su dominio de la palabra.

Nos han salido muy viajeros estos náufragos nuestros porque habrán tenido que acercarse hasta Grecia para tener ese encuentro (¿Dónde si no va a estar Pericles? )

Por cierto, PLATÓN no tiene que estar muy contento con estos viajantesdeljúcar, como tampoco lo estuvo nunca con Pericles, y menos aún con la democracia.