jueves, 22 de marzo de 2012

La entrada 200 tiene que darnos que pensar

¡Por fin! Después de infatigables luchas frente a Chrome, he conseguido arreglar el ordenador, y parece ser que se estropeó en el momento menos oportuno: Traspellao nos trae a Chaplin y su discurso, Javitóteles (no confundir con Javitoteles) nos trae a Nach. Se crean debates interesantes (mirar los comentarios, sobre todo, los míos, los mejores con diferencia): nos aparece un defensor de Chaplin, un "antikomintern", un, como digo yo, rapeador, un antirapeador que pronuncia discursos más largos que el de Fidel Castro en la ONU (creo que fueron unas 5 horas),... En fin, todo interesante. Y yo no voy a ser menos (por lo tanto, tendré que ser más), y buscando buscando, he encontrado una, cuanto menos, adecuada frase para los tiempos que corren, una frase del extravagante escritor irlandés (hace uno días fue San Patricio, el amigo de Bob Esponja) Sir George Bernard Shaw (1856-1950):

"Los pañales y los políticos han de cambiarse a menudo ... y por los mismos motivos"

Por cierto, lo de extravagante es por algunas cosas relativas su vida, como que fue vegetariano, que fue socialista y que defendió el nazismo y el fascismo (jeje, ahora no me podéis criticar, extremistas políticos, hay que ver que listo es El Averroncho). Una auténtica paradoja eso último.

1 comentario:

  1. ¡¡¡¿200 entradas?!!!
    ¿Quién iba a decir cuando empezamos con esto que llegaríamos a tanto, que aguantaríamos tanto? Un éxito, desde luego.

    Y ha estado muy bien, ha sido muy oportuno que consiguieras arreglar los problemas de los chismes informáticos precisamente para hacer tú esa entrada.

    Además, buena cita, muy contundente, muy expresiva.

    Incorporo otra en una línea parecida que, seguro, que te gusta, porque aparece un amigo tuyo:

    Diógenes podría resucitar muchas veces en compañía de su farol y seguiría teniéndolo crudo para encontrar una persona honrada entre los que han dispuesto o disponen de poder en la cosa pública. Qué hastío, qué alergia.
    Carlos BOYERO, Arcadas, EL PAÍS, 18 marzo 2012

    ResponderEliminar