miércoles, 5 de diciembre de 2012

Comenzamos un nuevo reto ... con una vieja amiga


Hace ya un tiempo apareció entre nosotros este prodigio de la Naturaleza, un auténtico ejemplo de supervivencia.

En un entorno duro, pétreo, aparece esta encina maravillosa

Era EL ÁRBOL DE LAS PIEDRAS.

En la carretera de Mahora a Valdeganga (que, curiosamente, también sirve para ir de Valdeganga a Mahora - peculiar reversibilidad de algunas carreteras-), a pocos kilómetros del primer pueblo, la podemos contemplar y rendirle el homenaje y reconocimiento que, sin duda alguna, merece.


Hoy sigue allí, serena, imperturbable, resistiendo los embates del viento, de los fríos, la dureza inmisericorde de las piedras.

Tan valiosa, tan importante era, y lo sigue siendo, que tiene su espacio en el blog de Filosofía FILrioSOFÍA. Allí la tenemos, mostrándose como modelo, como ejemplo a seguir, y más en estos tiempos tan difíciles.



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