miércoles, 29 de febrero de 2012

La enferma y los médicos

¡Sí, soy yo! ¡Estoy aquí otra vez! ¿Qué creíais, que había sido raptado por Speedy González, que había muerto tras una partida de póker con Chuck Norris, que estaba lesionado por una patada de Pepe (no PP), que me había aplastado un gallifante? Pues nada de eso. Simplemente me estaba inventando una historia. Aunque en realidad no es una historia, es una metáfora de la realidad. Aquí os la dejo:

"Hace unos años, una señora empezó a sentir pequeños dolores en el cuerpo y decidió acudir a un médico.

Ese médico no le hizo caso, diciendo que no tenía nada que le pudiera impedir el correcto funcionamiento de su cuerpo. La señora cada iba cada día al médico, quejándose de los fuertes dolores, que iban en aumento, y el médico seguía haciendo lo mismo, la ignoraba; a ella y a sus dolores. De repente, la señora sufrió un fuerte infarto, lo que le hizo actuar al médico de una vez por todas. Se puso manos a la obra y comenzó a tratarla, pues ya era bastante grave la situación, pero sus tratamientos eran inútiles y no surtían efecto. El médico no sabía lo que tenía que hacer, no tenía ni idea de cómo paliar el dolor.

Los enfermeros, viendo que ese médico era un inútil y un patán, decidieron echarlo a patadas, y llamaron en su lugar a otro médico. Este nuevo médico se puso desde el primer día a trabajar con esfuerzo y constancia para tratar de curar a la señora -muy enferma aún- consciente de la desastrosa labor del anterior médico, el cual le dejó a la paciente al borde de la muerte. Sus primeras medidas para evitar la muerte de la paciente fueron drásticas, e incluso provocaron tensiones en el cuerpo de enfermeros. Sin embargo, el médico sostenía que eran debidas a la crítica situación de la señora, como consecuencia del trabajo del anterior médico.

La labor de este nuevo médico acaba de empezar a desarrollarse, y hemos de esperar para ver si su trabajo funciona y es capaz de salvar la vida de la señora enferma o, por el contrario, se ha de poner otro médico. Pero para ello, hemos de esperar, pues tiene una labor tremendamente complicada, ya que la paciente está prácticamente en estado de coma, debido ya no al fortísimo infarto que sufrió (el cual, obviamente, es una de las causas de su terrible estado), sino de la inútil, infructuosa, lamentable y tardía acción del anterior médico, que no quiso actuar a tiempo para tratar el problema, agravando las consecuencias de la paciente que, por el bien de todos -incluido el inútil médico- esperemos que se recupere y salga sana y salva, encontrando a su médico idóneo."

Ahora llega la pregunta: ¿Por qué el anterior médico no actuó a tiempo? Y si este mismo médico sabía al diagnóstico del problema de la señora: ¿Por qué no se lo dijo? ¿Acaso la enfermedad era tan grave que tenía miedo de decírsela? ¿Era ese médico un viejo cobarde?

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