Teniendo en cuenta que somos, nosotros los humanos, seres con conciencia (al menos en el sentido de ser seres conscientes; en el otro sentido de conciencia -porque son dos los sentidos principales del concepto, y sentidos muy distintos-, vaya usted a saber si es así o no) y reconociendo además que una característica peculiar de esta consciencia nuestra es que es capaz de volverse sobre sí misma, parece conveniente precisar y distinguir estas dos nociones, estas dos capacidades: la conciencia y la autoconciencia.
Pero, mire usted por dónde, en ese camino aclaratorio, esclarecedor (o que pretende ser tal), comienzan a colarse seres no humanos.
¿Será posible que los animales tengan conciencia, sean conscientes?
y el colmo ¿tendrán autoconciencia?
Vayamos despacio y atendamos lo que ocurre cuando se pone a un bicho delante de un espejo
Nos queda entonces un documento muy majo.
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