domingo, 13 de noviembre de 2011

De filosofía

De filosofía
Algo tendrá el agua cuando la bendicen. ¿Y a cuento de qué saco yo ahora este refrán? A cuento de la filosofía. ¿Y qué tiene que ver el agua con la filosofía? Pues mucho. Pero vayamos al principio, al arjé, a la explicación de todo (siempre que se hacen las cosas bien se empieza filosofando, fíjate por dónde).
Filosofía, filosofía… ¿para qué sirve eso? Para que coma el Barbas y cuatro locos como él, seguramente. ¿Para hacernos pensar? ¡Pero si estamos mejor sin pensar, sin preocuparnos por nada, total, si van a hacer lo que quieran! ¿Quién, quiénes van a hacer lo que quieran? Para darle vueltas a la cabeza como los antiguos, que se ocuparon de dónde venían las cosas, que si del agua (vaya por Dios, ya apareció el peine), que si lo indeterminado, que si el aire (ellos sí que estaban en las nubes), que si los átomos… Y con eso a llenar libros, que así llevan veinticinco siglos, con la misma monserga, pensar, criticar, discutir... La filosofía es, en resumidas cuentas, un calentarse la cabeza, con lo bien que se está cuando otro se la calienta por ti. Bueno, o a lo mejor no se está tan bien, con esta crisis, y la de antes, y la de entonces…
Pero lo de la Filosofía, ¡qué tontería aprender qué piensan otras personas, cómo verán el mundo, qué hay detrás de todo lo que ocurres! Bah, no debe servir de mucho... Aunque ahora que pienso… ¿Por qué se condena a muerte a algunos pensadores? ¿Y por qué se queman, prohíben o esconden sus escritos? ¿Por qué a los dictadores les molesta tanto que haya filósofos? No será que…, a lo mejor es que… No sé, no sé, pero algo tendrá la filosofía cuando tantas dictaduras la persiguen.
Alfredo Alcahut Utiel

1 comentario:

  1. Un placer, y una enorme alegría, Alfredo, por verte por aquí porque hayas sido el inaugurador, el pionero de nuestras estrellas invitadas.

    Y sí, tienes razón; con esto de la filosofía y sus veinticinco siglos pensando, criticando, discutiendo, calentando las cabezas, de los que se la quieren calentar pero también a veces de los que prefieren mantenerla en otros menesteres, probablemente más provechosos.

    Además, certeras y enormes, inquietantes, las cuestiones que nos traes ... preguntas, por qué negarlo, para las que no tengo respuesta.
    Otros, sin duda, más avezados y lúcidos, podrán darlas.
    Yo, en compensación, dejo otra:

    ¿de verdad, de verdad, pensar nos hace mejores?

    En fin, que muy agradecidos por tu visita; que vuelvas cuando lo desees, y que se te espera.

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